Bienvenido/a a la semana temática de la comunicación. Vas a adentrarte en el maravilloso mundo del lenguaje y de sus influencias en tu relación con los demás y contigo mismo. Verás que hablar, el idioma que usas y comunicar a pesar de ser actos muy comunes en nuestro día a día tienen una gran influencia para tu equilibrio emocional.
Ayer asentamos las bases, diferenciando dos conceptos que se utilizan mucho en el lenguaje coloquial de manera indiscriminada pero no significan lo mismo. No quiero que caigas en la trampa por ello empezaremos recordando las principales diferencias.
Al hablar emitimos sonidos que se convierten en palabras que expresan sentimientos, opiniones, deseos y sensaciones, pero en ocasiones, el hablar no basta para transmitir la esencia del mensaje.
En cambio, comunicar implica llevar a cabo ciertas técnicas (que a veces realizamos de manera involuntaria) para que el mensaje llegue al receptor de forma clara y precisa.
En el post de hoy, veremos de qué manera tu lengua moldea tus pensamientos y tu entorno. A partir de ahora, cuida más tus palabras, ellas conforman tu realidad.
Qué poder tienen las palabras, ¿verdad? A través de unos sonidos que viajan por el aire hasta llegar hasta tu tímpano, entran en tu cerebro y lo transformamos en pensamientos y transmitir ideas. Lo que te estoy contando si te lo estuviese diciendo en una conferencia lo irías captando así, sin más. Es maravilloso. Y aún lo podemos enriquecer más. En el mundo se hablan unos 7000 idiomas lo cual quiere decir que los sonidos y estructuras gramaticales varían y por tanto perciben la realidad de una manera distinta a la tuya.
¿Dónde podemos observar que nuestro idioma moldea nuestros pensamientos?
Puede que nunca te lo hayas planteado porque estás acostumbrado a ceñirte a tus reglas culturales pero… verás que según las normas culturales esto varía y le aporta un significado diferente a temas tan comunes como el tiempo,, los números, los colores y hasta la culpabilidad. Lera Boroditsky, investigadora y profesora en el campo de la cognición del lenguaje ha dedicado parte de su carrera a este tema tan esencial y puntero para comprender otras culturas y respetarlas, porque no hay ninguna superioridad de unas con respecto a las otras. Todo recae en la cognición que nos permite adaptarnos algo medio en el que vivimos.
¿Qué concepción tienes en tu cultura con respecto a situar el tiempo (pasado, presente, futuro)?
En mi cultura, soy española, el pasado lo situamos a la izquierda y el futuro a la derecha. Esto nos parece muy normal ya que medimos el tiempo con respecto a nosotros mismos.. qué egocéntricos ¿verdad? Así es, vivimos en una sociedad individualista. Al concebir el tiempo con respecto a nosotros, nos hace pensar que nuestra persona es el personaje principal de nuestra historia.
No obstante, los Kuuk Thaayorre, una comunidad aborigen australiana situada en la península Cape York, miden el tiempo de este a oeste y ellos no se sitúan como protagonista en la línea temporal, en su caso, es el paisaje. Tampoco utilizan, los conceptos izquierda, derecha, arriba y abajo. Los conceptos comunes para ellos son los puntos cardinales. Esto muestra la importancia de estar orientados en el espacio en esta comunidad.
¿Todos concebimos las cantidades de la misma manera?
Por supuesto que no. Algunas culturas no necesitan todos los números a los que estamos tan acostumbrados los occidentales. Y si no lo conciben, no usan ese concepto y por tanto le restan importancia. No todas las culturas tienen los mismos rituales y enseñanzas y se ve reflejado en los conceptos que usan en su día a día.
¿Todos concebimos los colores igual?
Si hablas varios idiomas, sabrás que cambia el concepto por ejemplo en castellano es azul y en inglés es blue. Pero esto va más allá. En ruso a diferencia de nosotros, conciben el azul claro como goluboy y el azul oscuro como siniy. Como ves utilizan conceptos distintos para diferenciar entre claro y oscuro en cambio nosotros nos manejamos en la escala de azules. Parece que no tenga más relevancia que la conceptual, no obstante, se ha visto en varias investigaciones que los rusos son más rápidos perceptivamente cuando deben diferenciar entre azul claro y oscuro. A nivel cerebral, su cerebro detecta que son colores categóricamente diferentes, si eres hispanoparlante, no te ocurriría esta activación.
¿Esto quiere decir que son superiores a ti? En absoluto, simplemente que a través de su vocabulario han conformado una cultura y una estructura cerebral relacionada con el lenguaje distinta a la tuya.
¿Cómo percibimos el género gramatical en las palabras?
Como bien sabes la palabra puente es de género masculino en castellano y de género femenino en alemán eine brücke. Cuando se les preguntaba a los hispanoparlante que describieran el puente les asignaban propiedades consideradas como masculinas como robusto y los alemanes le asignaban propiedades consideradas como femeninas como elegante, bello. Parece que no, pero cuidado con el vocabulario que usas porque como ves… forma una estructura en tu cerebro y te hace ver la realidad de una manera distinta.
¿Puedes asignar mayor culpabilidad a una persona según la manera en que lo presentas?
Efectivamente y eso debe alertarte ya que es bastante peligroso, te explico. En inglés, la construcción gramatical se centra en el sujeto por tanto si en una situación quieres decir que se ha roto el jarrón, en inglés dirías «ha roto el jarrón» aunque haya sido de manera accidentada. En cambio, en castellano, la estructura gramatical nos hace centrarnos en lo ocurrido y destacaríamos que se ha caído accidentalmente. Por tanto, en una investigación se observó que tras observar la misma situación a 2 personas (una inglesa y la otra española) se observó que el inglés recordaba la culpabilidad de la persona y la española recordaba que el jarrón se había roto y no asignaba la culpabilidad a la persona.
Como ves el lenguaje guía tu razonamiento. El objetivo de esta lectura es que prestes atención a cómo te hablas y cómo te diriges a los demás. Aunque no lo parezca, tus palabras dicen mucho de cómo te relacionas con el mundo y conforman tus pensamientos. Cuida tus palabras para cuidar de tu bienestar.
Todas las desgracias de los hombres provienen de no hablar claro, Albert Camus.
Un abrazo, nos leemos pronto.
Andrea M.P.