Atentado: una lucha entre la Valentía y el Temor

Miles de titulares, todos ellos distintos, pero a la vez todos tienen en común la palabra que tanto miedo tenemos al escucharla «atentado», «catástofre», «barbarie»…Al escuchar la palabra atentado nuestro cuerpo se estremece, nos activamos, nuestro corazón comienza a palpitar acada vez más rápido y cientos de pensamientos recorren por nuestras conexiones cerebrales como si de una carrera se tratase. En la televisión observamos caras desencajadas, escuchamos llantos y  las palabras de compasión nos perforan como un alfiler. Es devastador, nuestros corazones se estremecen. No obstante, la valentía prevalece. Este es el clima que se respira durante un atentado.

El día siguiente a la catástrofe…

La gente pasea en este viernes soleado ante las losas de la barbarie. Se respira el coraje de la normalidad. Dedican grandiosos discursos que nos emocionan. Expresan al unísono : «No tenim por» (No tenemos miedo).

Desgraciadamente esto no empieza en Barcelona. Hay una larga lista de desgracias, lugares que al pronunciarlos nos apuñalan con tanto dolor. Afganistán, Irak, Siria, Somalia, Pakistán, Nigeria, Egipto, Malí, Chad, Reino Unido, Francia, Yemen, España… y muchos países más. La tristeza nos invade pero el miedo no tiene que privarnos de nuestra libertad. La monstruosidad de estos actos nos nubla pero la bondad de las personas nos ilumina un camino lleno de esperanza. Miles de profesionales se unen con un mismo objetivo, salvar vidas. Simples transeúntes que resultan ser héroes. Entre todos ganamos el pulso contra el terror.

El dolor de las familias y amigos es irreparable, pero no estáis solos. En un día gris como el de hoy me permito hacer una Oda a la paz dedicada a tod@s aquell@s que han sufrido por  estos actos.

En el cielo estrellado hay un haz, de luz brillante y fugaz. Ahora ya no hay miedo,me invade la paz. Una sonrisa subyace de tu faz. ¡Qué perspicaz! Acaba de percibir en tus ojos la paz.

 

La valentía no es la ausencia de miedo, sino la fortaleza de seguir adelante a pesar del miedo. Paulo Coelho.

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