¿Te consideras una persona empática? Esta habilidad de la que tanto habla puede beneficiarte, sin embargo es un concepto que genera mucha confusión. No sabemos cómo emplear esta empatía ni en qué situaciones. Quiero despejarte tus dudas con 4 ejercicios para fortalecer tu empatía. Te aviso, voy a ser muy práctica, no me voy a ir por las ramas, para que al final de este artículo te quede todo tan claro que sepas cómo aplicarlo.
¿Qué es la empatía?
No nacemos con la empatía bajo el brazo. Es una habilidad que se aprende, es un músculo que necesitamos usar para desarrollarlo y fortalecerlo. Así que no esperes que te caiga del cielo.
Antes que nada, conviene definir qué es esto de la empatía y, de repente, nos topamos con un mar de confusión. Aquí estoy yo para darte una bocanada de serenidad. ¿Qué es la empatía según tú?
Uno de los grandes errores al definirla es pensar que consiste ponernos en el lugar de la otra persona. Siento desmontarte tu definición pero verás que te va a facilitar la vida ajustarla a la realidad. Al pensar que podemos ponernos ponernos en ls zapatos de otra persona, aunque sea tu pareja, madre o padre y los conozcas mucho, nos frustra ya que esto no es siempre posible. No has vivido ni esa misma situación ni poseías la misma historia de aprendizaje ni las mismas habilidades. Por lo que ocurre en muy raras ocasiones Al igual que no podemos comparar manzanas con plátanos por sus amplias diferencias, tu vivencia no es comparable con la de otra persona por lo que es normal que no sientas lo mismo que otra persona. La empatía NO es eso.
Comprendiendo que es normal que no te puedas poner en la situación de tu amiga cuando te cuenta lo angustiada que está en el trabajo, te ayudará a comprender la empatía y ser más amable contigo al no fustigarte por no sentir lo mismo (algunas personas llegando incluso a creer que son malas personas).
La empatía consiste en mostrarle a la otra persona que comprendemos cómo se siente, acogemos lo que siente y le comunicamos que le entendemos, aunque tú no hayas estado nunca en una situación similar. Te muestras empática/o haciendo uso de gestos, proximidad, escucha activa, comunicación verbal…).
Por ejemplo, las psicólogas nos vemos en esta situación todos los días, mi músculo de la empatía debe estar a tope. Escucho historias, experiencias, conflictos, preocupaciones en las que no me he visto identificada, sin embargo, las acojo, les hago espacio y le muestro a la otra persona que comprendo su malestar, dolor, rabia, etc. La empatía en terapia es el ingrediente estrella.
Te estarás preguntando, ¿y la empatía por qué es tan necesaria?
Importancia de ser empáticos
Desde la pandemia por COVID-19, numerosas investigaciones han observado que la empatía se utiliza cada vez menos y, tal y como te he comentado antes, si no se utiliza, se debilita. Es decir que está en peligro de extinción, así que despierta y pon el foco en ella construyendo y fortaleciendo la tuya.
¿Qué beneficios tiene? Construirás relaciones más satisfactorias así como una mejor relación con las emociones. Es un 2 por 1, no hay desventajas.
Allá vamos con 4 ejercicios sencillos que te permitirán ser una persona más empática.
Constrúyela en 4 pasos:
Si tras leer este artículo has percibido que te gustaría trabajar en tu empatía, en este apartado te dejo una guía de primeros auxilios para que empieces desde YA. Aquí la tienes.
1.Cultiva tu curiosidad
Uno de los grandes pilares de la empatía es comprender que cada persona es diferente y el contexto que le rodea también. Esto se puede trabajar de la mano de la curiosidad. ¿Cómo? Te propongo varias opciones, elige la que más se ajuste a tus circunstancias.
- Dedícale tiempo a conocer mejor a personas con las que no habías profundizado. Pregúntales cómo están, que te cuenten acerca de si mismas y cómo es su vida ( a qué dedican su tiempo, hobbies, trabajo…).
- Sigue a personas que provengan de contextos diferentes al tuyo en redes sociales y escucha lo que tienen que decir. Puedes no estar de acuerdo, ahí está la magia.
- Visita sitios nuevos, restaurantes diferentes, viaja a países que no conozcas. No hace falta que te vayas muy lejos, seguro que en tu ciudad puedes descubrir rincones.
2. Examina tus sesgos
Todas las personas tenemos sesgos, estereotipos y prejuicios ya que nos ayuda a procesar información de manera rápida. Sin embargo, esto puede tener un impacto en la empatía. A veces sin conocer, juzgamos a otras personas en base a su aspecto, cultura, manera de vivir, trabajo, etc. Identifica este sesgo y ponlo en duda, recuerda que cada persona es diferente, no caigas en la trampa de saltar a las conclusiones.
3. Aprende a escuchar
La escucha es fundamental a la hora de cultivar la empatía. No me refiero a una escucha pasiva en la que estás haciendo varias cosas a la vez (recordar lo que vas a hacer para cenar, lo que vas a responder…). Es una escucha activa, demuestras que estás prestando atención y te interesas por el tema en cuestión.
Puesto que es una habilidad que se lleva a cabo en las interacciones con los demás, te puede resultar difícil reconocer si sabes hacerlo. Te propongo que pidas feedback a amigas/os, familia o pareja (elige a personas que te respeten, con las que tengas confianza) y pregúntales:
- ¿En qué puede mejorar al escuchar/cuando me cuentas un problema/cuando me pides apoyo?
4. Dale un espacio a las emociones
Las emociones están presentes en cada una de nuestras interacciones con las personas. En ocasiones, aparecerán emociones agradables y, en otras, serán desagradables. Todas ellas, nos aportan información valiosa acerca del entorno, démosles un espacio.
Por ejemplo, es normal que cuando venga una amiga llorando contándote una experiencia que le ha generado malestar, esto te despierte emociones desagradables. No trates de darle consejos no pedidos ni de resolver las emociones, evitando hablar sobre ello. Acepta que ha aparecido, toda emoción tiene un para qué muy adaptativo. Es normal que te genere emociones desagradables el que una amiga sufre eres un ser humano que siente.
Si te interesa conocer más acerca de errores que cometemos con las emociones, te dejo un artículo sobre el tema por aquí:
5 maneras de malinterpretar las emociones
La empatía nos permite enriquecer y mejorar nuestras relaciones al hacer sentir a la otra persona escuchada, vista y comprendida. Con práctica, conseguirás fortalecer esta habilidad y verás los resultados en tu día a día. ¿A qué esperas para empezar?
Recuerda que este artículo es meramente divulgativo, no equivale a terapia psicológica, si necesitas una ayuda más especializada o tienes alguna duda, me puedes contactar haciendo clic aquí.
La empatía es una forma de llegar a conocer a otros y a nosotros mismos.
Carl Rogers
Nos leemos pronto,
Andrea M.P.